Querida Loba, la vida tiende a enseñarnos a permanecer dentro de nuestra zona de confort, y eso es lo que desafortunadamente lleva a la complacencia en muchas personas. Ocurre tanto en la vida personal, como también en los negocios.

¡Sí! Y en los negocios espirituales ocurre con mucha más frecuencia de la que imaginamos. Las dueñas de negocios y las empresarias sufren de esto, ya que tenemos miedo de dejar o parar, de hacer lo que ya sabemos, por temor a que las cosas no salgan según lo planeado.

Nosotras éramos iguales, pero hoy estamos aquí para compartir contigo, cómo aprovechar esa incomodidad para impulsar tu negocio holístico y que aprendas a sentirte realmente cómoda con esa frase que dice: “La incomodidad es el primer paso para emprender"

Cómo Usar el Miedo como herramienta de poder para tu Negocio espiritual

Primero que nada hablemos de la tan mencionada “Zona de Confort”. La zona de confort no es necesariamente ese paraíso donde nada malo ocurre y todo es como siempre soñamos.

Al contrario, la zona de confort incluye tanto lo bueno como lo malo que ya forman parte de nuestro día a día. Nos sentimos tan cómodos allí y tan seguros que nos da miedo probar otros escenarios. Pero ¡cuidado! El precio de no movernos, puede ser muy alto…

Aprender a amar el sentimiento de incomodidad es cómo evolucionarás.

Este concepto era tan extraño para nosotras... ¿Cómo puede ser tan malo sentirnos protegidas, acogidas y cariñosas?

¡Odiábamos estar incómodas!

Pero en realidad, también estábamos atrapadas y sin un propósito. En nuestros días cómodos durante nuestro trabajo corporativo, además de algunos momentos muy esporádicos e increíbles, no tenían sentido y ningún propósito.

A un matrimonio que en papel parecía perfecto, como le paso a Pauly, pero que estaba ahogando el llamado de su alma.

Prácticamente, estábamos renunciando a una vida llena de crecimiento, de cambios y de muchas gratas sorpresas que en ese momento desconocíamos.

Estábamos inquietas y ansiosas, pero cómodas.

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¿Por qué salir de tu Zona de Confort?

Algunas de las razones por las que te sugerimos atreverte a salir de tu zona de confort son:

1. Descubrirás dones en ti que estaban dormidos. Y cuando digo dormidos es porque somos de las que pensamos que todos tenemos dones. Y muchas veces falta cierto estímulo para despertarlos. Salir de tu zona de confort y moverse de lo seguro a lo inseguro, podría ser uno de esos tantos estímulos.
2. Tu creatividad te lo agradecerá. Cuando estás expuesto a situaciones diferentes, allí sale tu instinto de supervivencia, y por supuesto, esto se manifiesta en mayor creatividad e innovación.
3. Adiós miedos. Todos pasamos por esto. Y afrontar nuestros miedos es lo que nos ayudará a salir exitosos de situaciones incómodas, además que inyectará una gran dosis de emoción a tu vida cuando mires hacia atrás, y notes como esos miedos fueron superados.
4. Te lloverán oportunidades. Cuando sales de tu zona de confort, el universo conspira para que conozcas a personas diferentes, a que te rodees en entornos diferentes. Esto no viene solo, viene lleno de muchas oportunidades, las cuales con una buena actitud, sabrás aprovechar para tu negocio.
5. Serás más feliz. Punto.

"La seguridad es buena para las aceras y piscinas, pero la vida requiere un riesgo si queremos llegar a alguna parte.”

La realidad es que cuanto más incómodo y más en riesgo estés, más rápido se mostrará el camino correcto.

Salir de la zona de confort hace que muchas veces nos sintamos incómodas, inseguras y en un riesgo constante como nunca antes, pero ¿sabes qué?, somos más felices. Y eso lo vale todo.

Lobita te invitamos a que no te compares con los demás, sino que siempre veas muy dentro de ti. Recuerda que “el césped siempre es más verde del otro lado”. Atrévete a dar un cambio y a moverte en escenarios diferentes.

La mayoría de las cosas al otro lado de la acera, no son cosas malas ni imposibles de lograr, son logros, alegría y mucho crecimiento.

Por supuesto, un cacaito caliente en un día frío es maravilloso, pero nada se sintió tan bien como cuando finalmente aprendiste a montar bicicleta después de sentirte asustado e incómodo. Entonces, ¿qué te hace sentir incómoda? Es ahí donde probablemente deberías estar buscando.

Con amor

Pau y Joi