Viajando adentro

espiritualidad sanación Nov 22, 2023

   

Soy Carolina Múnera, soy diseñadora gráfica y amo mi profesión, pero mi propósito de transformación y mi misión sagrada es promover el bienestar animal y la convivencia e interacción responsables con animales de compañía. Desde 2012 he estado no solo capacitándome, sino también teniendo experiencias directas en temas como el bienestar animal, el control de reproducción de perros y gatos en comunidades vulnerables, el manejo humanitario de colectivos, la convivencia e interacción responsable con animales de compañía, la alimentación responsable de perros y gatos, el control social y las veedurías ciudadanas; a través del trabajo dedicado que he realizado junto con mi esposo, desde nuestra Fundación CanCan Callejero. Encontré un camino que me ha permitido aportar y dejar una huella positiva en mi paso por el mundo.

¿Has tenido un viaje al interior? Yo lo tuve a mis 38 años.

Lo sé, hay personas que mueren sin conocer el mar, yo ya sé que no moriré sin conocerme, así lo haya hecho a los 38 años. ¡Ja! Me da risa nerviosa cuando tengo estos momentos de introspección y descubro más y más acerca de mí, con ojos aguados de la emoción porque soy extremadamente sensible.

Hace 11 meses inicié un proceso de emprendimiento diferente para mi Fundación, porque sentía que me estaba conformado, estancando, frustrando y conduciéndome a un túnel sin salida; y por esas emociones para nada elevadas, estaba considerando abandonar mi propósito de vida. Este proceso me planteó varios objetivos, entre ellos, comprender ¿por qué quiero meditar? Pues un mentor me dijo una vez que todas las personas exitosas meditan, y yo muy juiciosa, comencé a meditar porque quería que mi Fundación fuera exitosa, pero no funcionó debido a que en el preciso momento en el que cerraba los ojos, mi mente terca inventaba historias, conversaciones, lugares y personajes, o recordaba el día de ayer, el año pasado o incluso momentos que no tenían relación alguna. En el mejor de los casos, me quedaba dormida mientras la voz de la meditación guiada me invitaba a ser consciente de la respiración y a explorar cada parte de mi cuerpo. Yo no entendía nada.

Han pasado casi tres años desde que ese mentor me dijo que tenía que aprender a meditar; yo creo que tenía razón, pero la razón era otra. Entonces, como un acto de magia, en enero de este año, conocí a un grupo extraordinario de mujeres medicina, mentoras, terapeutas y emprendedoras, que me han comprendido, enseñado, acompañado, guiado, soportado, escuchado y abrazado. Gracias a ellas, comencé un viaje consciente por las razones correctas hacia mi interior, mostrándome un camino más humano, más humilde, más compasivo y mi proceso de emprendimiento se transformó en un viaje de autoconocimiento que yo no estaba buscando, pero que ahora agradezco con amor.

Ahora comprendo más desde el corazón que desde la razón, veo con mis ojos de intuición, escucho a mis sentidos internos y quizás, despierto mis poderes dormidos. Entonces, todo parece mágico, como las historias de hadas de Disney, como la luna Pandora de Avatar o mejor, como el mundo onírico de Caro.

Hoy, ya sé por qué quiero meditar...

...Y por qué necesito hacerlo cada mañana en cuanto abro los ojos y cada noche justo antes de dormir, pues me ha ayudado a concentrarme en aprender a hacerlo para mi propio objetivo (que no es precisamente ser exitosa, pero probablemente me llevará a eso); también me ha proporcionado más respuestas: las obvias, las que a veces me resisto a aceptar, pero que poco a poco estoy acogiendo con humildad, y las más sorprendentes también. Hoy soy consciente de que soy brillante, creativa y valiente, pero también de mis sombras, fantasmas, monstruos, enemigos y obstáculos en mi camino. Pero qué hermoso es concebir el acto de observarme, escudriñarme, nadar al fondo, recoger piedritas y descubrir cuáles son todos esos pensamientos y creencias que me bloquean; pero es más sublime aún cuando decido desbloquearme, dejar de ser mi Yo de siempre, limpiar el lienzo y comenzar una obra nueva.

Agrégame en Pinterest 📌

 

He observado, por ejemplo, que mi perfeccionismo es mi peor enemigo, que además no viene a invadir solo, sino que viene acompañado de un poderoso ejército:

  • El que siente que todavía no es suficiente y que necesita más.
  • El autocrítico que no me permite avanzar.
  • El criticón que no me permite ver el apoyo potencial a mi alrededor.
  • La causa de mi soledad.
  • El procrastinador.
  • El ancla que me retiene en el miedo y la frustración.
  • La muralla que me tapa el universo y sus infinitas posibilidades.

También he descubierto el perfeccionismo como una adicción que me genera rabia, miedo y frustración. Estas emociones, sin saberlo, se estaban apoderando de mí. Así que, como una persona adicta que necesita desprenderse de esas adicciones, enfoqué mi proceso en preparar mi cuerpo, mente y espíritu, y en coordinar mis pensamientos, sentimientos y acciones para crear una nueva realidad. La estoy creando, la estoy observando desde afuera y ¡es grande, brillante y hermosa!

Así es como ahora paso mis días, como Alicia en el país de las maravillas, con una experiencia de vida magnífica de vez en vez, con una enseñanza que me hace una persona diferente cada día, con ganas de seguir alimentando mi espíritu más que a mi ego y entendiendo que las barreras solo son mentales y que mi poder de manifestación es infinito.

Cuando me miro hoy, parece que no me reconozco, pero este no reconocimiento es precisamente el reconocimiento de que no soy como solía definirme a mí misma, o como solían -o suelen- definirme las personas de mi entorno cercano. ¡Y eso es magnífico! Ya no soy una cachorra en medio de una jauría de lobas poderosas; hoy me siento una loba caminando con mi manada, hoy me siento una mujer medicina.

 

Por: Carolina Múnera
@cancancallejero

 

Descarga tu ebook de branding y marca gratuito para que le des vida a tu mensaje y misión

 

Ten la confianza de que no compartiremos tus datos personales.